Con una repisa, lámparas integradas, huecos para guardar… Estos cabeceros tienen buenas soluciones para decorar el dormitorio y aprovechar más el espacio.
Acero sobre papel pintado
Una reinterpretación del tradicional hierro forjado. De look romántico.
Un murete de 20 cm de profundidad
Ocupa todo el ancho de pared y su fondo permite dejar libros o apoyar cuadros.
De obra y con hornacinas
Un cabecero de obra con sobre de madera. Incluye dos hornacinas como mesillas.
Una librería alrededor de la ventana
El alféizar es aquí el cabecero y la repisa sobre la que se sitúan las lámparas de lectura.
Fuente elmueble.com