Los espacios pequeños a veces no nos dejan jugar tanto con la decoración como nos gustaría. Si a esto le sumamos que en algunos como el dormitorio necesitamos aprovechar al máximo el espacio para tener una estancia amplia pero con capacidad de almacenamiento, la cosa se complica todavía más.
El primer consejo que debes seguir es utilizar las piezas básicas (cama, mesillas, armario y, como mucho una pequeña cajonera) y buscar muebles que ahorren espacio y aprovechen los espacios no utilizados de otros permitiéndote así almacenar todo lo posible en lugares que a menudo pasan desapercibidos. Un gran recurso son las camas con canapé, en las que la estructura de la cama se alza para permitir el almacenamiento bajo toda su superficie, o muebles como los de X, que tienen cajoneras por toda su parte inferior.
Busca muebles elegantes y sencillos, pues, aunque a priori parezca complicado, puedes encontrar una gran variedad de estilos que irán desde el más rústico de madera natural hasta el más sofisticado con un cabecero de cama acolchado en un color violeta, por ejemplo.
En cuanto a colores, predominan como siempre los claros para transmitir más luz especialmente en estos espacios reducidos. Sin embargo, sólo un tono en todas las paredes puede quedar demasiado sobrio, por lo que puedes dar un toque pintando una de las paredes en un color distinto o empapelando la pared con un diseño original (de tonos claros, también) que haga resaltar algo más de la habitación para que no parezca excesivamente sencilla.
Los complementos como cortinas y ropa de cama deben de ser también claros o gamas de colores suaves, lo que por supuesto no significa que deban ser lisos y sin estampados. Recuerda que los armarios de puertas correderas y las camas de tamaños más reducidos también te ayudarán a aprovechar más el espacio.
Fotografías vía inspirahogar.com